Cuando uno no vende al precio esperado ...
Es bastante frecuente que para poder capear dificultades económicas temporales uno intente desprenderse de parte de su colección, esa que tantos años, esfuerzo y dinero le ha costado juntar.
Ultimamente se pueden ver en eBay algunas de las colecciones más famosas y completas de Retroinformática. Algunos coleccionistas con gran reputación en la escena española, y también otros del resto de Europa están poniendo a la venta toda su colección o parte de ella como forma de poder seguir adelante a la espera de tiempos mejores.
Pero, ¿qué pasa cuando nuestra colección no vale lo que nosotros pensamos? Generalmente, este es el caso más común, pues lo que uno paga por un determinado artículo a veces obedece a un motivo muy particular, ya que se trata de un ítem con una historia o significado particular que a los demás no dice nada. También suele ser común que cuando uno se desprende de su colección tiene prisa por conseguir dinero, aún sabiendo que no será tanto como lo que invirtió en su día.
Cuando uno llega a esta situación, lo mejor es hacerlo de forma meditada y con calma. Hacer un inventario de lo que uno quiere poner a la venta, ver precios, hacer un poco de estudio del mercado actual, poner unos precios deseados y unos precios mínimos para cada artículo, y saber en qué articulos uno está dispuesto a negociar y por último, establecer cual será el resultado global deseado después de vender todo. Es inevitable que con unas ventas se gane más que con otras, y con otras incluso se pierda dinero. Aunque lo de perder no debe ser una tendencia en nuestro negocio, sí debemos estar dispuestos a encajar alguna derrota, sobre todo si por el hecho de no vender a ese precio debemos "comernos" el artículo. Todo depende de la prisa que se tenga en conseguir dinero.
Con los artículos que no tienen demasiado tirón o que no despiertan interés, podemos hacer un lote grande, incluyendo unos cuantos objetos (al menos el 20%) que sean bastante codiciados, de forma que el lote llame la atención a otros coleccionistas. En ocasiones así, es bastante frecuente que el lote sea adquirido por uno o varios coleccionistas que se repartan posteriormente el lote adquirido, por lo que estarán dispuestos a pujar por todo el lote a la vez, aún sabiendo que en su interior hay bastante "morralla", ya que el resto de los ítems justifican el desembolso. Esto es especialmente ilustrativo si en el lote se incluyen artículos únicos o difíciles de encontrar, y que al mismo tiempo son codiciados por otros coleccionistas de esa temática.
En estos días, suele ser frecuente ver ventas desesperadas que no hacen el estudio descrito anteriormente, y que son auténticas loterías, ya que lo mismo se disparan de precio o quedan demasiado bajas. Dado que en muchas subastas no se pone precio de reserva, resulta curioso ver como auténticas colecciones impagables se quedan a cifras ridículas. Un ejemplo lo tenemos en la fotografía que abre el artículo, que corresponde a la colección de Sen Goku, quien subastó toda su colección de máquinas, consolas y videojuegos hace ya dos años, en noviembre de 2007. La subasta quedó en 6.146 Euros, que aunque pueda parecer mucho dinero, no lo es tanto si uno tiene en cuenta todo lo que incluia este lote, unos 1.800 items, y que estaba tasado en aproximadamente 10.000 Euros (teniendo en cuenta lo difícil que es tasar objetos singulares que son únicos).
Ultimamente se pueden ver en eBay algunas de las colecciones más famosas y completas de Retroinformática. Algunos coleccionistas con gran reputación en la escena española, y también otros del resto de Europa están poniendo a la venta toda su colección o parte de ella como forma de poder seguir adelante a la espera de tiempos mejores.
Pero, ¿qué pasa cuando nuestra colección no vale lo que nosotros pensamos? Generalmente, este es el caso más común, pues lo que uno paga por un determinado artículo a veces obedece a un motivo muy particular, ya que se trata de un ítem con una historia o significado particular que a los demás no dice nada. También suele ser común que cuando uno se desprende de su colección tiene prisa por conseguir dinero, aún sabiendo que no será tanto como lo que invirtió en su día.
Cuando uno llega a esta situación, lo mejor es hacerlo de forma meditada y con calma. Hacer un inventario de lo que uno quiere poner a la venta, ver precios, hacer un poco de estudio del mercado actual, poner unos precios deseados y unos precios mínimos para cada artículo, y saber en qué articulos uno está dispuesto a negociar y por último, establecer cual será el resultado global deseado después de vender todo. Es inevitable que con unas ventas se gane más que con otras, y con otras incluso se pierda dinero. Aunque lo de perder no debe ser una tendencia en nuestro negocio, sí debemos estar dispuestos a encajar alguna derrota, sobre todo si por el hecho de no vender a ese precio debemos "comernos" el artículo. Todo depende de la prisa que se tenga en conseguir dinero.
Con los artículos que no tienen demasiado tirón o que no despiertan interés, podemos hacer un lote grande, incluyendo unos cuantos objetos (al menos el 20%) que sean bastante codiciados, de forma que el lote llame la atención a otros coleccionistas. En ocasiones así, es bastante frecuente que el lote sea adquirido por uno o varios coleccionistas que se repartan posteriormente el lote adquirido, por lo que estarán dispuestos a pujar por todo el lote a la vez, aún sabiendo que en su interior hay bastante "morralla", ya que el resto de los ítems justifican el desembolso. Esto es especialmente ilustrativo si en el lote se incluyen artículos únicos o difíciles de encontrar, y que al mismo tiempo son codiciados por otros coleccionistas de esa temática.
En estos días, suele ser frecuente ver ventas desesperadas que no hacen el estudio descrito anteriormente, y que son auténticas loterías, ya que lo mismo se disparan de precio o quedan demasiado bajas. Dado que en muchas subastas no se pone precio de reserva, resulta curioso ver como auténticas colecciones impagables se quedan a cifras ridículas. Un ejemplo lo tenemos en la fotografía que abre el artículo, que corresponde a la colección de Sen Goku, quien subastó toda su colección de máquinas, consolas y videojuegos hace ya dos años, en noviembre de 2007. La subasta quedó en 6.146 Euros, que aunque pueda parecer mucho dinero, no lo es tanto si uno tiene en cuenta todo lo que incluia este lote, unos 1.800 items, y que estaba tasado en aproximadamente 10.000 Euros (teniendo en cuenta lo difícil que es tasar objetos singulares que son únicos).
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