Una historia de carteros.

Ya de vuelta de vacaciones, volvemos a la trayectoria normal del blog. Hace algunos días os mostraba esta entrevista a un cartero de Barcelona (la ciudad en realidad da igual). Ramón es un cartero normal y corriente de los que hay un montón en España. Sencillos, con voluntad de hacer bien su trabajo y aportar lo que buenamente puede. Hoy os voy a contar otra historia, la del lado contrario. Por suerte no abunda. En mi barrio el correo me lo trae un cartero de la cual os hablaré algún día. Mi cartero es como Ramón, por lo que no tengo ninguna queja de él. El problema es que mi cartero de vez en cuanto se coge vacaciones, como hacemos cualquiera. Y ahí es cuando se me cae el alma a los pies. A mí, y a todos los vecinos de la zona que conocen a la sustituta. La sustituta es conocida como Nancy. Digamos que es alta, rubia, ... pero por lo demás ... digamos que es de belleza distraída, como dirían Cruz y Raya. Vamos, que es fea, refea, requetefea. Esto es lo de menos, pues lo que un...